LA GUITARRA

EL MUNDO ANTES Y AHORA

 Lo que recuerdo con más alegría de mi niñez era que el mundo me parecía tan grande que no cabía en mi imaginación. Los adultos eran enormes y más "sabiondos" que yo. Ellos eran dueños de los misterios religiosos más inconcebibles para mí, sabían lo que era mejor para nosotros aunque no tuvieran idea que era lo mejor para ellos. Yo tenía una ambición infinita de conocimiento, y eso hacía fácil caminar en medio de la adversidad, todo valía la pena mientras estuviera ese mundo de acertijos esperándome en alguna parte.

Escucho a mis nietos y ellos tienen ya el conocimiento que yo tuve a los 25 años. Es más, tienen información que yo adquiero a través de ellos, y  ese saber tanto les da una sensación de  superioridad de la que nunca disfruté a su edad. Tienen el mundo en sus manos, literalmente. Me pregunto ¿qué más les queda por descubrir? Y respondo,  el dolor y el sufrimiento, el mismo que yo viví a la edad de ellos. No sé si la resiliencia sea igual de fácil desarrollarla en la edad  adulta, pero a ellos les tocará hacerlo. 

NO HAY ADVERSARIO PEQUEÑO.

 

Ayer fui a ver jugar a mi nieta el primer partido de la temporada, desde que la vi en la cancha con sus tenis más luminosos que los del resto del equipo me embargó una emoción desproporcional que no le permitió descanso a mis lagrimales. Lloré todo el partido y me sorprendí apenada y justificando mis lágrimas. Todo fue muy emotivo, sólo se escuchaba su nombre, hasta el entrenador del equipo contrario mencionaba con frecuencia su nombre y su número alertando a sus jugadoras del Peligro que revestia la delantera del otro equipo, es decir, mi Samantha.
Dos mujeres de mayor estatura que ella la marcaban todo el tiempo hasta que ocurrió lo que tenía que ocurrir, que la lanzaron al piso y la lastimaron, la vi llorando y supe que era su ego el que lloraba, la sacaron de la cancha durante 5 eternos minutos y cuando regresó utilizó su coraje para hacer el primer gol de la tarde. Y ganaron, contra todo pronóstico su estatura baja consiguió lo que las de estatura alta no pudieron. No hay adversario pequeño.

 

BEHIND THE STAGE

 Un día mis nietos y yo hablábamos  de la muerte y Thomas preguntó ¿a dónde van los muertos? Samantha respondió " behind the stage" y yo , sorprendida por su respuesta le pedí que ampliara la idea y ella dijo  ya en español " si, se quedan detrás del escenario esperando por un nuevo cuerpo para regresar" en ese entonces Samantha solo tenía 6 años de edad.

SUMMER CAMP 2022

 

Éste verano esperamos que sea el último Summer camp que mis nietos hayan tenido. El próximo ya Samantha estará en edad de quedarse en casa y cuidar de su hermano que de igual forma también está en edad de cuidar de él mismo.

Durante éste año deberán mostrar destrezas de responsabilidad y de auto manutención, como saber cocinar y limpiar la casa.
Éste año fueron a un campamento de artes marciales, aprendieron mucho y se entusiasmaron por una nueva disciplina, me encanta la apertura mental e intelectual que tienen para adentrarse en cualquier actividad nueva. Samantha se interesó por aprender coreano y lo está haciendo muy bien.
Aquí están los videos de su graduación. Engrosan mi lista de orgullos. Cuanto los admiro y los amo.

 

EL PALPITAR DE TU CORAZÓN

 Hoy hace 13 años escuché palpitar por primera vez el corazón de mi Samantha. Desde entonces saber que su corazón sigue palpitando me produce una sensación a la que yo llamo felicidad.

DEL CARSEAT A LA SILLA DEL COPILOTO.

 Pasar de la silla de bebé a la delantera del auto, implica años de compañía, de amor, de compartir pero sobre todo de aprender de un alma tan inmensa como la de Samantha. Todo mal momento que haya tenido en mi vida vale la pena cuando la sonrisa de mis nietos se planta frente a mí  y constata la dicha de tenerlos. Estoy agradecida de querer y poder ejercer la maternidad por segunda vez para corregir los errores del pasado y cometer nuevos, porque la madre biológica del aprendizaje es el error que nos permite verificar nuestro nivel de ignorancia o de sabiduría.

DIA DE LA INTERNET

 Hoy es el día de la Internet. Tuve acceso a Internet por primera vez hace 25 años cuando llegaba por la misma  línea telefónica,  yo escuchaba como se  marcaba el número con ese sonido que me llenaba de incertidumbre porque no siempre la conexión era exitosa, pero que cuando lo era, yo sentía un nerviosismo exquisito porque de alguna manera sabía que estaba teniendo acceso al mundo sin necesidad de subirme a un avión. 

Internet me abrió paso a un mundo nuevo: una experiencia amorosa insatisfactoria pero con un aprendizaje de enormes proporciones, un matrimonio en el extranjero, un puñado de amigos que aún hoy no conozco su rostro en persona, oportunidades laborales que me han permitido usar todos mis potenciales, acceso a conocimiento que no tenía y una oportunidad de visibilidad superior a la que he tenido en mi vencindario.

He vivido los cambios que ha tenido la Internet hasta éste momento en que no tengo sino que abrir mi teléfono, escribir y oprimir una tecla para que el mundo entero, si se puede, lea ésto. Estoy agradecida con la tecnología y muy curiosa por lo que vendrá, que sin duda no dejará de sorprenderme.

ALMOST TEENAGER

 Nos tomaron ésta foto el día que ella cumplió doce años. Lentamente he ido perdiendo a esa niña mientras va emergiendo una nueva persona y de pronto todo cambia, ahora tiene su propia agenda que muchas veces no coincide con la mía, tiene intereses propios que respeto aunque no comparta, tiene perspectivas diferentes de algunas situaciones, en conclusión se apropia de su vida. Es hora de recoger esa imagen de niña e inmortalizarla en mis memorias, ella siempre sabrá que su sólo nacimiento me hizo la mujer más feliz, plena y realizada del mundo. Y que después de que me hizo abuela no pude volver a ser la misma, que me tocó arrancar muchas páginas que había escrito sobre el amor y empezar un tratado nuevo, que se sigue escribiendo mientras la veo cual crisálida saliendo de su capullo.